domingo, 10 de marzo de 2013

EQUIPOS DE ALTO DESEMPEÑO: No Perdemos, No Empatamos, Todos Los Partidos Los Ganamos





Ya entrado en la época de los 30s y luego de haber vivido varios años en el mundo de los proyectos (primero como consultor y recientemente como líder de proyectos), he decidido hacer este pequeño relato a modo muy personal sobre aquellas cosas que considero (muy a mi juicio) que debe tener no solo un equipo de trabajo, sino también la organización para poder explotar las virtudes de un grupo y llevarlos a ser un equipo de alto desempeño.

Un equipo de trabajo se compone por personas, aquellas que se distribuyen de profesionales con los conocimientos teóricos adquiridos en la educación y vida profesional; y los empíricos, aquellos cuyo conocimiento se los ha dado la vida y uno que otro golpe al cometer errores que lo ayudan a crecer. Teniendo en cuenta esta premisa, en la cual un equipo de trabajo se compone de PERSONAS, es importante ver que podemos hacer para que estas personas se sientan a gusto con lo que hacen y también con quien lo hacen. En mi vida laboral he tenido el gusto de trabajar con muchas personas, que solo su presencia te alegra la vida; pero también el disgusto de estar al lado, al frente y hasta de colaborador (subordinado) de otras que pueden tener experiencia, pero no las habilidades blandas necesarias para mantener un equipo de trabajo y mucho menos incitarlo a ser de alto desempeño.

Es cierto que para que un equipo de trabajo pueda desarrollarse con alto desempeño debe conocer los objetivos organizacionales y más aún los objetivos directos del proyecto o labor que están realizando. De esta forma el equipo puede poner sus esfuerzos en la consecución de dichos objetivos y lograr de esta forma cumplir con su labor.

También es cierto que para que un equipo de alto desempeño pueda serlo, es importante que las personas que lo compongan tengan las capacidades y competencias necesarias para la labor que van a realizar, ya sea dentro de la organización como en la vinculación a cualquier proyecto en el cual se le visualice. Esta parte cubre el empoderamiento que le podamos dar al equipo para que sean autónomos en la gestión de su trabajo, pero sin descuidar la labor de seguimiento del líder del equipo.

Sin embargo, mi opinión personal es que puedes tener un equipo que conozca los objetivos de su trabajo y que tenga las capacidades para realizar la labor, pero si el equipo no tiene motivación, si siente que la organización lo está descuidando, si siente que no tiene con quien dialogar situaciones ya sea laborales o incluso personales; o si siente que la organización lo está explotando cargándolo de trabajo con la razón de que “Eres un empleado de confianza”, simplemente esa persona no va a rendir. Y con solo una persona del equipo que sienta estas condiciones, es suficiente para que el desempeño del equipo baje notoriamente.

En esta parte, nosotros como Gerentes, Directores o Líderes de Proyectos, debemos asegurarnos que nuestro equipo de trabajo esté ampliamente motivado y en esta parte entra mucho en juego como sepamos explotar nuestras habilidades blandas (o interpersonales), pues de ellas va a depender como podamos sortear todas las múltiples situaciones que se nos pueden presentar diariamente con el manejo de los equipos.

Por eso, como lo dice la frase célebre:
El éxito no se logra sólo con cualidades especiales. Es sobre todo un trabajo de constancia, de método y de organización.” (Victor Hugo)

No es tanto las cualidades que tenga un equipo de trabajo, sino como nosotros como directivos y guías logramos hacer que nuestros colaboradores DESEEN realizar las labores en pro del beneficio mutuo con constancia, método y organización.